El docente juega un papel muy importante en la formación de niños, niñas y adolescentes, por lo que debe en todo momento propiciar un ambiente íntegro y favorable para la convivencia y el aprendizaje.
Sabemos que cada persona es diferente y debemos atender y propiciar la igualdad y respeto hacia sus derechos.
Como profesor, se tiene una responsabilidad muy grande en la generación de un ambiente inclusivo que permita a cada individuo poder desarrollarse y poner en práctica sus saberes y habilidades, ser una persona plena y feliz en todos los ámbitos de su vida.
La educación socioemocional y la formación cívica y ética son los espacios que ayudan a promover en mayor medida el desasrrollo de habilidades como el autoconocimiento, empatía, solidaridad, respeto, autoestima y muchos otros elementos que los alumnos necesitan no solo saber en qué consisten sino ponerlas en práctica en su actuar diario.
No hay mejor forma de predicar o enseñar algo que con el ejemplo, por lo tanto, el profesor deberá ser una persona que tenga muy bien desarrolladas las habilidades antes mencionadas y de esa forma pueda promover que sus alumnos también las desarrollen y pongan en práctica los valores en su vida cotidiana.
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